A partir del 8 de diciembre, la empresa familiar Dickow Pumpen fue transferida a una fundación. Esto significa que la continuidad de la empresa familiar de 111 años de antigüedad en Waldkraiburg está asegurada a largo plazo.

Un período de incertidumbre sobre cómo proceder con el plan de sucesión en la empresa familiar Dickow ha terminado. Desde la muerte de Astrid Dickow el año pasado, sus hijas Patrizia Dickow-Markowsky y Michaela Dickow han tenido las acciones de la compañía. Pero ninguno de los dos tiene descendientes. Para una empresa familiar sin un sucesor directo, hay dos opciones: la venta de la empresa o la transferencia del negocio a una fundación. Lo primero nunca habría sido una opción para los empresarios, ya que la continuidad de la existencia de la empresa en Waldkraiburg siempre ha sido la máxima prioridad de la familia. Por esta razón, la semana pasada se creó la Fundación Astrid-Dickow. De esta manera, ambas hijas están cumpliendo el deseo de su difunta madre, quien estaba muy preocupada por el bienestar de los empleados más allá de su vida. Pero, ¿qué significa esto en términos concretos para la empresa Dickow Pumpen?

“No hay cambios ni desventajas para nuestros empleados debido a la transferencia de las acciones de la empresa a una fundación. Al contrario, ahora podemos asegurar sus puestos de trabajo y su futuro económico a largo plazo. Sobre todo, podemos evitar una venta de la empresa con consecuencias desagradables”, explica el director general Jörg Bornemann. Al transferir sus acciones en la empresa a la Fundación Astrid-Dickow, Patrizia y Michaela Dickow están renunciando a una parte sustancial de sus activos. Todo por el bien de la empresa y de sus empleados. Como resultado, los últimos accionistas de la familia Dickow abandonaron la empresa. Además, significa que una cierta parte de las ganancias de Dickow Pumpen ahora se transfiere mensualmente a la Fundación Astrid-Dickow, el resto permanece en la empresa. El dinero de la fundación se utiliza para cumplir con fines benéficos, como la promoción de la ciencia y la investigación o la salud pública. Entre otros, se apoya la ayuda contra el cáncer infantil BALU de BRK Altötting, que ya fue un proyecto de corazón durante la vida del anterior director general Ulrich Dickow. Tanto Patrizia como Michaela Dickow permanecerán en la empresa a través de la organización de la fundación. En su nuevo cargo, como parte de una junta de cuatro miembros de la fundación, decidirán sobre el compromiso benéfico de la fundación en el futuro.

Con la creación de la Fundación Astrid-Dickow, Dickow Pumpen se embarca en un nuevo capítulo. “No solo Alemania tiene un nuevo gobierno desde ayer, también hay cambios en el gobierno de Dickow Pumpen”, enfatizó Jörg Bornemann el jueves pasado. “Con la decisión de establecer la Fundación Astrid-Dickow, el legado de la familia Dickow vivirá más allá de los miembros de la familia, a pesar de que la empresa ya no está en manos familiares”.

Dickow Pumpen comenzó en 1910 como una pequeña empresa familiar con la producción de tuberías de agua para sistemas de calefacción. Más tarde, en la década de 1920, pasó de ser un fabricante de depósitos de agua automáticos para ganado a un especialista en bombas industriales de alta calidad. Hasta que Michaela Dickow se retiró de la dirección en 2017, la empresa fue gestionada por la familia Dickow durante generaciones. En 2017, Michaela Dickow renunció al negocio operativo y lo transfirió a Diplom-Kaufmann Jörg Bornemann. Ahora, el 8 de diciembre de 2021, el Sr. Bornemann acompañó la transferencia de las acciones comerciales de Patrizia Dickow-Markowsky y Michaela Dickow a la recién creada Fundación Astrid-Dickow.

Un resumen detallado de la historia de Dickow Pumpen se puede encontrar aquí: Historia – DICKOW PUMPEN GmbH & Co. KG